Es probable que algún momento de nuestra ajetreada vida cotidiana nos hagamos una pregunta que tarde o temprano nos llegará a la mente. “¿Qué sería de mi vida sin los avances tecnológicos que existen en la actualidad?”
Usualmente es difícil que nos detengamos a pensar a meditar sobre este tipo de reflexiones, pues llegamos a un mundo en donde las cosas que usamos todos los días simplemente ya estaban ahí, y por ello es normal que demos por sentado todas las herramientas e instrumentos que nos hacen más fácil la vida de lo que fue en algún momento para nuestros antepasados.
No obstante, cuando uno se detiene a pensar en toda esa tecnología que no existía apenas hace unos cuantos años, o en aquellos inventos sin los que la existencia sería impensable, es cuando nos podemos percatar de los grandes beneficios que tenemos sobre generaciones anteriores, beneficios a los que no les damos suficiente importancia porque simplemente son cosas que damos por sentado en nuestra vida rutinaria, y cuando por primera vez nos damos cuenta de la falta que nos hacen, es porque los perdemos repentinamente.
Por ejemplo, situaciones tales como un corte de luz, un fallo en la señal del cable o el hecho de quedarnos sin gas repentinamente, son escenarios que simplemente tratamos de evitar a toda costa, porque no ya podemos imaginarnos la vida sin todas esas comodidades, pero al presentarse la repentina situación de quedarnos sin energía eléctrica o agua caliente, nos recuerda que vivimos en una era de prosperidad con la que no contaban las personas de hace apenas unas cuantas generaciones.
La presencia de internet en nuestras vidas
Precisamente uno de los inventos más revolucionarios que muchas personas dan por sentado hoy en día, es decir, que está tan arraigado a nuestras vidas que por momentos uno se imagina que hubiera estado ahí siempre, es internet, que para una gran parte de sus usuarios se ha vuelto casi en un apéndice más del cuerpo humano.
Y es que internet ha revolucionado tanto nuestras vidas que cuando nos detenemos a pensar en sus orígenes, se nos hace casi imposible darnos cuenta de que para la gran mayoría de los que usamos esta maravillosa herramienta, somos la primera generación de usuarios que la vio llegar, es decir que para varios de nosotros, ni siquiera sabíamos del internet en nuestra infancia más remota, pues aunque mucho jóvenes de hoy en día crecieron con el uso de esta herramienta y los ordenadores en sus vidas.
Muchos otros vimos llegar esta novedad tecnológica cuando ya teníamos algunos años valiéndonos de los clásicos métodos de investigación para sacar las tareas de la semana, como por ejemplo la tan recurrida monografía para hacer los resúmenes que nos pedían en la escuela.
Hoy por hoy, eso ya no es un problema para los niños de la actualidad, porque ya tienen a su alcance a la gran Wikipedia. Sin embargo, para muchos adultos actuales las cosas no siempre fueron tan fáciles, pues si tomamos en cuenta que la World Wide Web nació en 1991, es decir hace apenas unos 27 años, eso quiere decir que todas la personas que por lo menos tengan más de 40 años de vida, no conocieron internet en su primera década y probablemente tampoco en la siguiente, pues cuando nació internet, todavía le tomó algunos años para convertirse en la gran red global que conocemos hoy en día y usamos a diario, como un elemento indispensable de nuestra vida académica, profesional e incluso como parte de nuestro ocio cotidiano.
Internet tiene un lugar asegurado en cada aspecto de nuestra existencia, pero difícilmente nos ponemos a reflexionar en como viviríamos si perdiéramos esta herramienta, de apenas 27 años de edad, repentinamente. Es por eso que a continuación realizaremos un breve repaso por la historia del internet y el desarrollo que ha presentado a lo largo del tiempo, para entender las repercusiones que ha tenido sobre nosotros y reflexionar sobre lo trascendental que ha sido este invento, como una revolución tecnológica y cultural en la historia de la civilización humana.
Las raíces del internet
Por lo que se mencionó con anterioridad, seguramente muchos pensarán que el internet surgió de la nada hace 27 años, en 1991. Sin embargo esta fecha corresponde en exclusiva al nacimiento de la World Wide Web, la cual podemos entender como la estructura fundamental de la que se compone esta herramienta de comunicación global.
Si queremos remontarnos a los verdaderos antecedentes históricos que dejaron los cimientos del desarrollo de internet, entonces debemos ir mucho más allá en la historia de la tecnología informática. Es así como podremos darnos cuenta de que los primeros estudios que llevaron al desarrollo de internet, comenzaron al terminar la Segunda Guerra Mundial, como resultado de la fuerte competencia y rivalidad que se vivió en el contexto de la Guerra Fría, entre las superpotencias de Estados Unidos y la Unión Soviética.
En pocas palabras internet es el resultado de un proyecto militar, ya que sus primeros pasos se establecieron en la década de los 60, por la necesidad de Estados Unidos de crear una red de información exclusivamente militar, la cual permitiera, en caso de un hipotético ataque ruso, acceder a la información necesaria para responder a la agresión desde cualquier punto del país.
Fue así, como luego de numerosos avances y modificaciones al respecto, llegó al mundo, en 1969, la red conocida como ARPANET, sistema que apenas estaba constituido por unos cuatro ordenadores ubicados en distintas universidades alrededor del país. El éxito de esta iniciativa fue de tal magnitud que apenas unos dos años después, ya eran 40 ordenadores los que estaban conectados entre sí, compartiendo información desde distintos puntos de la nación.
El protocolo TCP: la columna vertebral de las redes informáticas actuales
Poco tiempo después de haberse logrado la primera interconexión de ordenadores, que se encontraban en distintas universidades de los Estados Unidos, llegó un nuevo avance en este sentido, que resultó ser fundamental para el crecimiento exponencial de las redes informáticas, el llamado protocolo TCP.
El Protocolo de control de transmisión, por sus siglas en inglés TCP (Transmission Control Protocol) fue creado entre 1973 y 1974 por los investigadores Vint Cerf y Robert Kahn, y básicamente consiste en una red de transporte de las múltiples conexiones y el flujo de datos, es decir el envío y reenvío de estos de forma segura.
La importancia de esta tecnología estriba en el hecho de que ha continuado hasta los tiempos actuales como el mecanismo básico para compartir información entre los ordenadores, al grado de que esta arquitectura da soporte a las aplicaciones más populares de internet, así como también a los protocolos de aplicación HTTP, SMT, SSH Y FTP.
En términos sencillos, podemos decir que este protocolo funciona como la arquitectura informática que nos hace posible mandar y recibir datos en una gigantesca red mundial de información, lo que lo convierte en la columna vertebral del internet.
El nacimiento de la WWW
La siguiente gran evolución de la red informática mundial llegaría varios años después, hasta 1983, cuando el Departamento de Defensa de los Estados Unidos decidió hacer la transición al uso del protocolo TCP/IP en su propia red de nombre Arpanet, creando como resultado la nueva red llamada red Arpa Internet, que con el paso de los años pasaría a ser conocida únicamente como “Internet”.
Ya para 1985, esta era una tecnología nueva totalmente establecida en el mundo informático, aunque solamente conocida por los especialistas del medio. El último paso para que finalmente el internet comenzara a llegar a los hogares de millones de personas en todo el mundo sería la creación de la World Wide Web, que sucedió muy poco tiempo después.
En 1990, Tim Berners, del Centro Europeo de Investigaciones Nucleares (CERN), dirigió la investigación en torno a un sistema que permitiera el almacenamiento y la recuperación de datos. Su trabajo dio frutos, creando en 1991 la “World Wide Web” (WWW) utilizando tres novedosos instrumentos: HTML, TPP y el programa llamado Web Browser.
Luego de haber probado exitosamente la funcionalidad de la red informática, esta se abrió al uso público en 1993, mediante el primer buscador de la historia, Wandex que servía como un índice de páginas web, pues al ser las primeras creadas, estas páginas podían ser ordenadas e identificadas fácilmente.
Es por este motivo que suele asociarse a Tim Berners como el padre de la Web, sentencia que puede resultar un poco exagerada, pues le quita el crédito a todos los estudios previos, realizados por investigadores y científicos a lo largo de la segunda mitad del siglo XX, para que Tim Berners pudiera tener las herramientas que le ayudaron o poner el ultimo ladrillo en la construcción final de internet.
Internet a día de hoy
Internet no fue proyecto sencillo, y no llegó a nuestras vidas de la noche a la mañana, pues desde sus primeras formulaciones hasta su construcción final, le tomó casi medio siglo. El conocer estos datos nos da la pauta para ser más responsables con uno de los más grandes regalos que nos ha dado el ingenio humano. De nosotros depende aprovechar esta arma de doble filo para convertirlo en un instrumento más nuestro servicio y desarrollo y no solo en una simple herramienta de ocio.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario